Bienvenidos al sitio de la revista de la cooperativa El Álamo.
La Universidad de Buenos Aires sale al encuentro de la sociedad civil y se pone al servicio de los que más necesitan de profesionales de calidad dotados de una importante sensibilidad social. De aquí que se establezca esta relación con cooperativas y ONGs dedicadas a abordar el problema de la basura en un sector de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La revista
“CONEXIONES.UNAMOSEPARANDO”
, se hace cargo de la cuestión de la BASURA desde diferentes aristas: lo social, lo político, lo económico, lo medioambiental, etc.
Ponemos sobre relieve la basura como problema complejo, ya que además supone subjetividades que deberían ser re-pensadas y en ese sentido, re- significadas, como por ejemplo el cartoneo.
Somos articuladores de los saberes y sentidos presentes en la sociedad; y también facilitadores del diálogo público en la esfera pública, debido a que como comunicadores sociales tenemos un rol ético, social y práctico fundamental como colaboradores en construir ciudadanía.
Disfrutando la música que nos gusta, también podemos seguir colaborando en la difusión de la separación de basura. Bajo el lema "Rock and Recycle", el Lollapalooza pudo reunir estas dos iniciativas en un sólo lugar el 2 y 3 de marzo en el Hipódromo de San Isidro. Colaboraron el espacio Espíritu Verde y Revolución 21, de Charly Alberti (ex-integrante de Soda Estéreo). Enterate cómo funcionó.
Lollapalooza Argentina impulsa programa de reciclado El festival de rock Lollapaloza llega a la Argentina y los organizadores han decidido aprovechar la cita masiva para impulsar la conciencia ecológica y las iniciativas verdes. Una idea verdaderamente digna de celebración.
Rock & Recycle es el nombre del programa impulsado por Lollapalooza para que los miles de personas que asistan se sumen al cuidado del medioambiente. El público encontrará en el evento el Espíritu Verde, un sector para impulsar la sustentabilidad.
El programa de reciclaje que desarrolla el festival con el fin de reducir el impacto ambiental pretende generar conciencia, para que entretenimiento y medioambiente vayan de la mano. Para esto, el predio contará con cestos diferenciados para separar la basura, puntos de recolección y la participación de colaboradores de distintas organización no gubernamentales y universidades, que guiarán al público sobre cómo descartar los materiales reciclables.
Todo este material recolectado será entregado a una cooperativa donde será separado, clasificado, acondicionado y reinsertado en el sistema productivo a través del reciclaje.
Conciencia ecológica y rock
Además, en el espacio Espíritu Verde el público podrá participar de diferentes talleres y charlas sobre reciclaje, reutilización de elementos, separación de residuos inorgánicos y juegos sobre la temática; quienes lo deseen, también podrán acercarse para conocer y acercarse a importantes organizaciones no gubernamentales como la Fundación Vida Silvestre, Banco de Bosques, La Fundación Sea Shepherd Global y Revolución 21, fundada por Charly Alberti – ex integrante de Soda Stereo – que promueve el desarrollo sustentable de América Latina.
El espacio Espíritu verde contará también con una feria de productos sustentable diseñados por incubados del Centro Metropolitano de Diseño (CMD), y entre todos los que se acerquen al espacio se realizará un mural participativo con el nombre del festival realizado con material de descarte. Una buena noticia, que un festival de esta envergadura y que atrae a tantas personas pregone el cuidado medioambiental, y que expanda la conciencia sobre ayudar a proteger el mundo en el que vivimos.
Desde la asunción de Mauricio Macri, la temática de la basura es clave para el gobierno de la ciudad. A partir de enero, la cuestión cobró más importancia y se espera que para fin de año la normativa de la obligatoriedad de la separación de basura en los hogares esté en vigencia.
Antes de fin de año la norma se aplicará en toda la ciudad
La separación de residuos llega definitivamente a la ciudad. Será en el transcurso de este año cuando rija la obligatoriedad de separar en los hogares los desperdicios orgánicos de los reciclables.
El proceso, que ya está en marcha en Belgrano, Palermo, Caballito y Colegiales, paulatinamente se extenderá a toda la ciudad, según los planes del gobierno porteño. Se estima que la modalidad tendrá un fuerte impulso a partir de septiembre, cuando comience a funcionar el nuevo esquema de recolección de basura.
En los hogares habrá que colocar dos recipientes: una bolsa negra para los residuos orgánicos y una verde para los reciclables. Las negras, como de costumbre, se las llevará el camión recolector. Las otras serán retiradas por cooperativas de cartoneros. Se estima que hacia septiembre los nuevos contenedores verdes estarán instalados en toda la ciudad.
El problema de la higiene urbana es central para la administración que encabeza Mauricio Macri y está compuesto por diferentes actores. A mediados de febrero se firmará el nuevo contrato de recolección de residuos para la próxima década, que incluye la instalación de nuevos contenedores y el recorrido de camiones recolectores para los siete días de la semana.
Paralelamente, ya funciona el sistema de cooperativas de cartoneros que recogen el material reciclable. Sin embargo, para que ambos funcionen conjuntamente habrá que esperar hasta fin de año.
Un aliciente para la administración que encabeza Mauricio Macri podría llegar de la mano de la Ceamse (Coordinación Ecológica Metropolitana Sociedad del Estado): la Nación restituiría uno de los módulos del vertedero ya cerrados del predio de José León Suárez, lo que extendería por cinco años la posibilidad de enterrar de residuos en ese lugar.
Según pudo saber LA NACION y confirmar con tres fuentes que pidieron reserva de identidad, el Ejército Argentino devolvería el predio para que pueda ser utilizado nuevamente para la disposición final de la basura. Este nuevo plazo daría tiempo para que se pusieran en marcha las plantas de separación y compostaje en la ciudad y se ajustara la disminución de residuos reciclables que hoy se entierran.
La ciudad debe reducir el 78% de las 6000 toneladas que enterraba en territorio bonaerense para fines de este año. Por el momento las metas están sobrecumplidas. Hoy se depositan en ese vertedero 4400 toneladas, pero hay que reducir esa cifra en otras 3000. La Legislatura aprobó a fines del año pasado la construcción de dos nuevas plantas de tratamiento, una en Villa Soldati y la otra al lado del Parque de los Niños, en Núñez. Y no estarán listas para el año próximo. Sí, aseguran, podrán ser usadas en 2015.
"El acuerdo que tenemos lo hemos cumplido, de hecho todos los meses conseguimos reducción", dijo Edgardo Cenzón, ministro de Ambiente y Espacio Público porteño. Sin embargo, no precisó cómo se reducirán esas otras 3000 toneladas de desechos.
Puertas adentro, la Ciudad también tiene un gran desafío: que finalmente el distrito se vea limpio.
Pero la tarea no será sencilla. Habrá que readecuar los sistemas de recolección, controlar que las empresas concesionarias inviertan en tecnología, incorporar centros de procesamiento de residuos en el distrito y conseguir que se reduzca drásticamente la cantidad de desechos que se entierran en el relleno sanitario de José León Suárez.
"La limpieza de la ciudad está evolucionando y evolucionará en la medida en que se avance con el nuevo sistema que estamos planteando. Tenemos expectativas de que en septiembre, con los nuevos camiones y todos los contenedores, se note un verdadero cambio", indicó Cenzón a LA NACION.
Los plazos que pone el funcionario son administrativos. Las empresas a cargo de la recolección son las mismas que trabajan hoy, pero en diferentes zonas. Cliba (Grupo Roggio), Urbasur (Transportes Olivos), AESA, Integra (Grupo Impsa), Nittida (Grupo Emepa) y Ashira seguirán recolectando la basura de los porteños hasta 2024. Según el nuevo acuerdo, percibirán, por recoger los residuos húmedos, 30.000 millones de pesos en esa década.
El gobierno porteño debe proveer a toda la ciudad de contenedores de 3200 y 3500 litros, al tiempo que tiene que conseguir la separación de residuos como una obligación para todos los vecinos.
Hoy enfrentan otro inconveniente: hay 2500 contenedores trabados en la Aduana que esperan ser ubicados, por ejemplo en San Telmo.
Según datos oficiales, hasta la fecha el proceso de separación de residuos sigue avanzando, aunque más lentamente. Hay instaladas 627 campanas verdes, colocadas en Belgrano, Palermo, Colegiales y Caballito.
El material que se obtiene es de muy buena calidad, indican las fuentes, pero también reconocen que el 70% de esos contenedores ha sufrido actos de vandalismo. Respecto de los contenedores para desechos húmedos u orgánicos: hoy la ciudad cuenta con un 66% de cobertura. En total fueron instalados 21.481 en 16.386 cuadras (15.541 contenedores de 1100 litros y 5940 contenedores de 3200 litros)
Según información oficial, se está terminando de contenerizar los barrios de Palermo, Belgrano y Núñez. "De las 1779 cuadras que implica el plan quedan por contenerizar 210 por problemas con el equipamiento", reconocen en el gobierno.
PUNTOS PARA DEJAR LA BASURA RECICLABLE
Parques y plazas habilitados en la ciudad
El gobierno porteño habilitó 16 puestos de recepción de materiales reciclables en plazas y parques:
Plaza San Martín (Florida y Santa Fe) y Parque Mujeres Argentinas (Juana Manso y Marta Lynch)
Plaza Francia (Pueyrredón y Ricardo Levene)
Plaza Miserere (Rivadavia y Pueyrredón)
Parque Patricios (avenida Caseros y Monteagudo)
Plaza Boedo (Carlos Calvo y Sánchez de Loria)
Parque Rivadavia (avenida Rivadavia y Doblas)
Plaza Flores (Fray Cayetano Rodríguez y Rivadavia)
Plaza Sudamérica (Piedrabuena y Cruz)
Parque Avellaneda (avenida Lacarra y Directorio)
Plaza Don Bosco (Lope de Vega y Miranda)
Plaza Arenales (Pareja y Bahía Blanca)
Plaza Alberdi (Crisólogo Larralde y Mariano Acha)
Plaza Rafael Hernández (Vuelta de Obligado y Echeverría)
El gobierno de la ciudad aplicará una nueva medida en donde cada edificio, hotel o hipermercado, que genere más de 1 tonelada diaria de basura deberá pagar al Ceamse el entierro y tratado de su basura. Acá te dejamos la cobertura de Infobae al respecto.
El gobierno porteño dispuso que a partir de junio los grandes generadores de residuos deban abonar para que sean tratados en la Ceamse.
Crédito: Télam
Con el difícil objetivo de hacer cumplir la Ley de Basura Cero, el gobierno porteño aplicará desde junio una drástica medida: todos los shoppings, hoteles de 4 y 5 estrellas, supermercados, bancos y edificios con más de 40 unidades que generen más de una tonelada diaria de basura deberán separar sus residuos de manera obligatoria y pagar para que sus desechos sean tratados y enterrados por la Coordinación Ecológica Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse).
Para ello, los llamados "grandes generadores" de desechos tendrán que contratar a alguna de las 15 compañías que hoy en día están habilitadas. Aunque por el momento se desconoce el precio final que tendrá el servicio, en la actualidad el costo de enterrar una tonelada de basura gira en torno a los 432 pesos.
La separación de residuos será también obligatoria para los edificios públicos de la Ciudad de Buenos Aires, las universidades públicas y los centros educativos privados de todos los niveles. Pero ninguno de ellos tendrá que pagar por el tratamiento de sus desechos.
El duro plan para el recorte en la cantidad de basura que produce la Ciudad de Buenos Aires irá acompañado por multas de hasta $30.000 por incumplimientos e incluso contempla laclausura de establecimientos que violen la nueva normativa. La decisión, según informa el diario La Nación, fue establecida a través de una resolución y un decreto reglamentario del Ministerio de Ambiente y Espacio público porteño.
La Ley 1.854, mejor conocida como Ley de Basura Cero, fue promulgada en 2006. Desde ese entonces, los sucesivos gobernantes de la Ciudad intentaron aplicarla, no siempre con éxito. A fines de 2012, ante el colapso de numerosos cinturones ecológicos, el gobierno bonaerense se enfrentó al porteño para reclamarle que cumpla con la normativa y reduzca la cantidad de residuos que enviaban a la provincia. En aquel entonces, la administración de Mauricio Macri se comprometió a intensificar su acción y propuso aumentar el pago que otorgaba por el tratamiento de sus residuos.