Por Martín Dalla Zorza
En Iguazú las cataratas son visita obligada y acaparan la atención de todos los viajeros. Pero camino al parque nacional, en la ruta que lo une a la ciudad, existe un original emprendimiento: la casa de botellas. Vale la pena detenerse un momento allí y visitar a Alfredo, que recibe a todos con sencillez y orgullo por su creación.
En Iguazú las cataratas son visita obligada y acaparan la atención de todos los viajeros. Pero camino al parque nacional, en la ruta que lo une a la ciudad, existe un original emprendimiento: la casa de botellas. Vale la pena detenerse un momento allí y visitar a Alfredo, que recibe a todos con sencillez y orgullo por su creación.
También es reciclado el tetra brick, utilizado en los techos y la cortina de entrada
La idea parece simple, pero escuchar la historia cobijados en una casa transparente, viendo que todo puede realizarse con botellas de plástico recicladas, resulta conmovedor. Paredes, techo y muebles hechos de un producto que cotidianamente es descartado a la basura. Tan sencillo y magnífico a la vez. Una técnica inventada por Alfredo, que supo enseñar en otros lugares del país e incluso en otras ciudades latinoamericanas, donde hoy se pueden apreciar sus obras.
La idea parece simple, pero escuchar la historia cobijados en una casa transparente, viendo que todo puede realizarse con botellas de plástico recicladas, resulta conmovedor. Paredes, techo y muebles hechos de un producto que cotidianamente es descartado a la basura. Tan sencillo y magnífico a la vez. Una técnica inventada por Alfredo, que supo enseñar en otros lugares del país e incluso en otras ciudades latinoamericanas, donde hoy se pueden apreciar sus obras.
Escoba realizada con plástico de botellas, enrollado a gran velocidad.
Estar allí es algo pintoresco, sin embargo lo más significativo es que la casa de botellas es funcional. Alfredo dice que es una posible solución para quienes no tienen recursos, ya que el insumo básico es fácil de conseguir. Es decir, una apuesta por el reciclado con gran sensibilidad social. "El primer problema en el mundo es el hambre, el segundo es la falta de vivienda", asegura al iniciar la visita. "Pero para lograr esto hay que trabajar", sentencia. "Acá no hay plata, hay que laburar", reitera, para que quede claro que su proyecto no factura. Sí reconoce que actualmente hay una mayor conciencia sobre el cuidado de los recursos y la basura generada, por eso le resulta más fácil conseguir los materiales que antes debían buscar en los basurales cercanos.
Estar allí es algo pintoresco, sin embargo lo más significativo es que la casa de botellas es funcional. Alfredo dice que es una posible solución para quienes no tienen recursos, ya que el insumo básico es fácil de conseguir. Es decir, una apuesta por el reciclado con gran sensibilidad social. "El primer problema en el mundo es el hambre, el segundo es la falta de vivienda", asegura al iniciar la visita. "Pero para lograr esto hay que trabajar", sentencia. "Acá no hay plata, hay que laburar", reitera, para que quede claro que su proyecto no factura. Sí reconoce que actualmente hay una mayor conciencia sobre el cuidado de los recursos y la basura generada, por eso le resulta más fácil conseguir los materiales que antes debían buscar en los basurales cercanos.
Los visitantes se sientan en los amplios sillones y sillas de botellas.
La idea nació cuando su hija le pedía una casita para jugar. Alfredo, sin dinero para comprarla pero con suficiente ingenio, construyó un pequeño refugio. A partir de allí continuó mejorando el proceso de armado, perfeccionando la técnica, hasta lograr una casa, amplia y habitable. Luego recorrió miles de kilómetros enseñando en otros lugares la manera de hacerla. Su objetivo es ese: compartir el conocimiento. Cree que puede ser útil en muchos lugares pobres, como la propia Iguazú, donde se ven construcciones humildes a metros de los hoteles y centros de compras. "Nadie es profeta en su tierra", nos rebate, indicando que en su ciudad aún no ha florecido esta técnica. Quizá sea una cuenta pendiente de una larga lista de logros materializados fronteras afuera de Misiones.
Cartera confeccionadas con precintos industriales.
Actualmente, tiene agendado viajar a Buenos Aires. Será del 4 al 7 de septiembre en La Plata (calle 49 n°729 e/ 9 y 10). Su número de contacto para interesados es 02214941539, donde se debe consultar por Paola. Allí ofrecerá un seminario intensivo sobre construcción con botellas y nos reencontraremos nuevamente con Alfredo para poner manos a la obra
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