Ante una degradación ecológica grave, se presentan una serie de recomendaciones para paliar de manera individual y grupal esta situación.
Por Diego Marghetich
La
contaminación ambiental alcanzó niveles alarmantes. Incluso muchos especialistas
aseguran que si hoy el hombre y su influencia sobre el ecosistema global
desaparecieran del planeta, la degradación ecológica sería igualmente
irreversible.
Si
bien la contaminación a gran escala de aire, suelo y agua proviene de
actividades industriales, mineras y agrícolas, a nivel individual es posible
aportar a la reducción de la contaminación y el uso racional de los recursos
naturales.
A
continuación se brindarán algunos datos y sugerencias que, a nivel individual y
corporativo, podrían contribuir a disminuir la influencia negativa sobre el eco
ambiente.
ELECTRICIDAD
Tipos
de lámparas. Desde el aspecto eléctrico, se debe
promover la instalación de lámparas bajo consumo. Ahorran hasta un 75% de energía eléctrica. Las
bombillas de bajo consumo y las bombillas LED duran entre 6.000 y 15.000 horas,
es decir, hasta 15 veces más que las bombillas convencionales. Además, utilizan
menos electricidad, hasta una quinta parte de lo que consumen las bombillas
incandescentes normales.
Actualmente,
hay gran variedad de modelos disponibles en el mercado. Son ideales para
lugares que necesitan estar iluminados por largos períodos. Asesorarse sobre el
modelo ideal para cada necesidad. Por su parte, si bien los tradicionales tubos
fluorescentes requieren menos electricidad que las lámparas incandescentes,
tienen un pico de consumo al activarse (arrancadores, reactancias y demás
dispositivos de arranque).
Apagar la luz al salir de una habitación. Esto es
importante en términos de economía y conservación de la energía. Al decidir si
apagar o no las luces, se debe considerar el tipo de luz y el costo de la
electricidad. Cada tipo de bombilla tiene una vida útil, y esta vida útil está
afectada por cuantas veces se enciende y se apaga dicha luz. Las bombillas
incandescentes tradicionales deben ser apagadas cada vez que no están en uso.
Solo aproximadamente 10 a 15% de la electricidad consumida por las bombillas
incandescentes se transforma en luz; el resto se transforma en calor. Por lo
tanto, apagar las luces, mantiene las habitaciones frescas, lo que a su vez se
traduce en un ahorro de energía, especialmente en verano. Las luces
fluorescentes, sin embargo, solo deben apagarse si se deja la habitación por 15
minutos o más.
Instalar sensores de movimiento y
teclas de apagado programable. La función de los mismos es activar la iluminación
en lugares de poco tránsito (baños, escaleras, pasillos, jardines, etc.).
Luz natural.
Utilizar lo más posible la luz natural, abrir las cortinas y colocar
tragaluces. De este modo, se logra aprovechar al máximo la luz
natural y se contribuye en la disminución del consumo de energía eléctrica o
fósil.
Desenchufar los cargadores cuando
no están en uso.
Los cargadores son, a grandes rasgos, transformadores. Convierten la energía de
la red (220 v) a la necesaria para el dispositivo (6, 9, 12, 15 V) disipando el
exceso en forma de calor. La mayoría de estos transformadores siguen procesando
energía al estar enchufados aunque no tengan su correspondiente dispositivo
conectado. Es una práctica muy común dejarlos conectados a la red incluso
aunque no estemos en casa.
No dejar
aparatos en reposo. Cuando
quedan en stand by muchos siguen procesando energía y mantienen encendidas
pequeñas luces (esto, multiplicado por millones, genera un significativo
consumo innecesario). Un aparato en posición de espera puede representar
hasta un 70% de su consumo diario.
Descongelar la heladera.
La escarcha crea un aislamiento que puede acarrear un 20% extra de
consumo eléctrico. Si la heladera supera más de los diez años de antigüedad es
probable que sea de alto consumo eléctrico, por lo que es conveniente
sustituirla por una moderna y de bajo consumo (estás utilizan una tercera parte
de la electricidad). La diferencia de costo se paga con el ahorro de energía.
Además, hay que tener en cuenta:
-Evitar mantener la puerta abierta de la heladera
por mucho tiempo puede ahorrar hasta un 5% de energía.
-Descongelando los alimentos en
el interior de la heladera se puede aprovechar la energía que se ha utilizado
para congelarlos.
-Verificar
el correcto cierre de las puertas de las heladeras y el estado de sus burletes,
y seleccionar su temperatura de acuerdo a la estación del año. Mantener
las puertas de los refrigeradores cerradas y asegurarse de que sellen
herméticamente.
Instalaciones. Aunque puede resultar
costoso, es eficiente diferenciar los cortes de corriente general (una llave de
corte para tomacorrientes y otra para luces y heladera, algo más fácil de
realizar en instalaciones nuevas) de esta manera no será necesario desenchufar
los artefactos al ausentarse del hogar, simplemente se corta la corriente
general de los enchufes. También, en el caso de las “zapatillas”, usar las que
tienen tecla de corte.
Seleccionar
temperaturas moderadas en los aparatos de climatización. Si requiere el uso de aires acondicionados,
graduar el
termostato a una temperatura soportable. Cada grado suplementario del aire
acondicionado representa un 7% más de consumo energético. Hay que tener en cuenta el
correcto cierre de puertas y ventanas (para evitar el llamado “chiflete”). Esto
puede verificarse acercando una varilla de incienso a las aberturas y observando
el movimiento del humo, de ser necesario se pueden colocar burletes y
escobillas. En las aberturas corredizas, los defectos de cierre suelen
encontrarse en la unión central. También, tener en cuenta la posibilidad de
cerrar las puertas intermedias para evitar que se disipe la climatización hacia
ambientes desocupados.
Uso inteligente de las cocinas
eléctricas.
Actualmente muchas viviendas modernas cuentan con cocinas eléctricas (de esta
manera, el constructor se ahorra las instalaciones de gas). La mayoría de estas
cocinas funcionan como una plancha, tienen una resistencia que calienta un
disco de algún metal conductor de calor. Estos sistemas conservan un gran calor
residual al apagarlos, el que puede utilizarse para finalizar las cocciones.
Además, cuentan con discos de distintas medidas diseñados para un uso estándar
(en general pava, sartén, olla mediana y olla grande). Utilizar el que más se
aproxime a la medida de la base del recipiente que estemos usando, ya que al
usar un disco más grande, se desperdicia gran cantidad de calor por la superficie
del disco que no está en contacto con el recipiente.
Usar el lavarropas lo más lleno posible. De este modo se ahorrará agua y
electricidad. Para el lavado, llenar la lavadora y emplear programas
económicos. Vale
considerar que los aparatos que más consumen son aquellos que tienen motor
(cortadoras de césped, aspiradoras, herramientas eléctricas), resistencias
(planchas, planchitas para el pelo, cocinas eléctricas) o ambas (caloventores y
secadores de pelo, entre otros). Esto puede verificarse observando la merma de
tensión (parpadeo de las lámparas) que se produce cuando se activan estos
dispositivos.
Ascensores. Tener en cuenta la
correcta programación de los ascensores. En la actualidad, la mayoría de los
ascensores están computarizados y pueden programarse de la manera más eficiente
para cada uso. Por ejemplo, en las horas pico, en los edificios de oficinas el
uso intensivo puede evaluarse y administrarse. De ser posible, usar las
escaleras para acceder a los pisos más cercanos (aunque sea para bajar, lo que
requiere menos esfuerzo que subir). También es importante no apretar los botones
subir y bajar al mismo tiempo si sólo se va a ir en una dirección. Es una
costumbre muy común y muchos piensan que así tendrán un ascensor disponible más
rápido. Verificar en los visores la ubicación del ascensor, para accionar el
más cercano al piso donde nos encontremos.
Energías
alternativas. Si las posibilidades lo permiten, conviene siempre
utilizar energías alternativas para la producción de electricidad, como son las
celdas fotovoltaicas para
utilizar la energía solar, generadores eólicos (movidos por la acción del
viento), entre otras tantas. Los paneles solares son módulos capaces de
aprovechar la energía de la radiación solar. Esta posibilidad comprende tanto a
los colectores solares empleados para producir agua caliente como a los paneles
fotovoltaicos que se usan para generar electricidad. En ambos casos, se trata
de una tecnología limpia que permite obtener energía sin comprometer al medio
ambiente.
AGUA
Evitar pérdidas. Se suele dejar canillas
goteando, pero las pérdidas que más agua desperdician son las de los tanques y
depósitos de inodoros. Instalar depósitos de inodoros de doble descarga
diferenciada (se requiere más agua para desechar sólidos y menos para líquidos).
Incluso hay sistemas (poco difundidos) que reutilizan el agua de los desagües
de ducha y lavatorio para llenar los depósitos de inodoros.
Cerrar las canillas. Mientras se lava la
vajilla, con sólo remojar la vajilla es suficiente para permitir la acción del
detergente. Al lavarse los dientes, también puede cerrarse, es una costumbre
muy común hacerlo con el agua corriendo.
Hora de bañarse. La ducha consume menos
agua que el baño de inmersión. Cuando se utiliza el agua caliente, se suele
mezclar en exceso con agua fría. Es preferible abrir la caliente e ir mezclándola
de a poco con la fría de manera racional.
Considerar el uso de lavarropas y
lavavajillas.
Si bien consumen electricidad, demandan
menores cantidades de agua que el lavado y enjuague a mano.
Instalar vegetación de bajos
requerimientos de riego.
Instalar tanques de recolección de agua de lluvia para
riego. En este caso hay que tener en cuenta el factor mosquitos.
La
mayoría de los dispositivos mencionados pueden instalarse en hogares, pero son
principalmente útiles en locales y centros comerciales, clubes, barrios
cerrados y oficinas, entre otros establecimientos de gran concurrencia.
GAS
Evitar las pérdidas. No sólo constituyen un
derroche sino que son sumamente peligrosas ya que el gas puede acumularse en el
ambiente mientras no se están utilizando los artefactos. La llama debe ser azul
e uniforme. La presencia de vestigios amarillos o rojos indica una combustión
defectuosa. Este mal funcionamiento nos sólo desperdicia gas sino que es
peligroso ya que envicia el aire del ambiente. En los calefactores, otro
indicador de mal funcionamiento es la presencia de humo negro u hollín en la
parte superior del artefacto.
Adaptarse a las necesidades. Con respecto a termo tanques
o calderas y calefones no está claro qué artefacto consume más. Conviene
asesorarse con la compañía de suministro sobre qué sistema es más conveniente
de acuerdo al tipo de requerimiento (en general se instalan calefones en viviendas
pequeñas y termotanques en instalaciones más grandes). El termotanque funciona
con un termostato (con el que se puede seleccionar la temperatura, algo que suele
ignorarse). Se llena el depósito de agua fría y se calienta a una temperatura
establecida. Cuando el agua se enfría, se activa automáticamente la llama para
calentarla, aunque no exista una demanda real de agua caliente. En cambio el
calefón actúa por demanda. Cuando se abre la canilla de agua caliente, la llama
se acciona calentando el agua fría que corre por un circuito. También en el
calefón puede seleccionarse la temperatura de acuerdo a la estación del año. En
muchas casas, en verano el sol calienta el agua del tanque, lo que permite que
el calefón necesite menos llama para calentarla. Al igual que en los aparatos
eléctricos en reposo, existe la “llama piloto”, que permanece encendida aunque
no se accione el artefacto (otro consumo que parece ínfimo pero que adquiere
magnitud al multiplicarlo por millones –de artefactos y de horas-)
No derrochar. Evitar que la llama de
las hornallas supere los bordes del recipiente, ya que ese calor se desperdicia
(además de calentar o quemar los bordes, las tapas y las asas).
Tapar ollas y sartenes. Durante la cocción, aunque
sea en forma parcial, ya que se evita la pérdida de calor. Usar vaporeras sobre
las ollas para aprovechar el calor durante las cocciones. Utilizar el calor
residual para finalizar las cocciones (horno y hornallas). En algunas regiones
del país son muy utilizadas las cocinas solares.
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