En este informe, además de dar cuenta de la presentación del libro Ciudad Basura, de Gerardo Codina, hay un eco del trasfondo político que rodea la problemática de la basura y el rol que podrían cumplir las cooperativas de cartoneros en una posible solución.
Hasta que nos tapen los residuos
Ciudad Basura, de Gerardo Codina, fue presentado en la Biblioteca Nacional. El autor cuestiona la política sobre residuos del macrismo. “No cumple con las metas de reducción de basura de los porteños”, dijo el autor. No se apoya la gestión del reciclado.
Por Nicolás Andrada.
“Hace más de cinco años y medio que el gobierno de la Ciudad no cumple con una ley. Desde el año 2007, cuando asumió Mauricio Macri, que no se vienen cumpliendo las metas establecidas de reducción de la cantidad de basura que los porteños hacemos enterrar en los rellenos sanitarios del conurbano.” El que habla es Gerardo Codina, psicólogo y periodista, autor del libro Ciudad Basura, presentado el jueves pasado en la Biblioteca Nacional, en un evento en el que estuvo presente el ministro de Educación de la Nación, Carlos Tomada. La ley a la que se refiere Codina es la 1854, más conocida como la Ley de Basura Cero. Una normativa que fijaba la disminución paulatina de los desechos provenientes de la ciudad de Buenos Aires, que se enterrarían en los vertederos de la provincia. “Se esperaba que en el 2012 llegáramos a enterrar setecientas mil toneladas. Terminamos enterrando más de dos millones cien mil. ¿Por qué? Porque no se hizo nada”, sostiene Codina.
La falta de políticas públicas tendientes al reciclado, a la recuperación y al tratamiento de los residuos sólidos urbanos, ha desembocado en una situación de emergencia: el colapso de los rellenos sanitarios.
“El esfuerzo primero del libro es tratar de divulgar esta problemática para que todos tengamos más elementos para discutir sobre políticas públicas en relación con la basura en la ciudad de Buenos Aires. Esto es un asunto central. El viejo sistema que tenemos está en crisis. Esperemos que el libro pueda ser un aporte en este sentido, para poder cambiarlo”, dice Codina.
La Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse), un organismo conformado por los gobiernos bonaerense y porteño, viene insistiendo desde hace más de tres décadas con el mismo sistema de recolección y gestión de residuos. “Desde el año 1977, por disposición de la dictadura militar, se dejó de quemar la basura y se pasó a enterrarla, pero no en la Ciudad sino en el Gran Buenos Aires. Nuestra basura los porteños se la tiramos a los bonaerenses. Aparte, está el problema ambiental: envenenamos el suelo, el agua y afectamos la salud de las personas cercanas. En el 2003, se cerró el primer relleno sanitario en Villa Dominico, después de 10 años de lucha de los vecinos. Se dieron cuenta de que los gases tóxicos que emanaba produjeron una epidemia de leucemia infantil. En síntesis: hay una crisis que debemos afrontar, se agota la capacidad de los rellenos”, advierte el autor de Ciudad Basura. De hecho, sostiene Codina, para este mes se espera que el relleno de José León Suárez complete su capacidad de recepción.
A contramano de este diagnóstico y de la posibilidad de una solución de fondo, el Ceamse y el macrismo pretendieron en noviembre pasado ampliar los rellenos sanitarios en Campo de Mayo. La presidenta Cristina de Kirchner descartó esa posibilidad y aseguró, en ese entonces, que “no se va a tirar más basura en ese pulmón”.
En enero de este año, Mauricio Macri y Daniel Scioli, luego de protagonizar una polémica sobre el destino de la basura, inauguraron juntos una planta de tratamiento en José León Suárez con el objetivo de reducir un diez por ciento las seis mil toneladas que cada día la Ciudad envía al Ceamse. Una medida que, según el autor de Ciudad Basura, “pretende resolver a las apuradas todo lo que no se hizo en seis años”.
Por su parte, en febrero, se llevó a cabo la primera audiencia pública para la nueva licitación de recolección, cuyos contratos se extenderían por diez años más. “Esto lo va a heredar la gestión siguiente, pero sin cambiar el sistema de tratamiento de los residuos. Es decir, vamos a tener el problema por diez años más. Y, además, no es que se gasta poca plata, es el tercer gasto, después de salud y educación, en importancia en la ciudad. Esto para lo único que sirve es para seguir tirando plata a la basura.”
Si bien Gerardo Codina aclara que no tiene una receta con soluciones mágicas, su libro señala algunos puntos sobre los que se podría empezar a trabajar: la recolección diferenciada de residuos, la generación de plantas de reciclado y la incorporación de los cartoneros a la tarea de recuperar desechos. Sobre estos últimos se refirió el ministro de Educación de la Nación, Carlos Tomada, en la presentación de Ciudad Basura: “El comienzo de una solución posible debe estar puesto con las cooperativas de cartoneros. El cartonero es un sujeto social que activa para conseguir trabajo. Es alguien que se quiere incorporar al circuito de trabajo, su identidad es la de ser trabajador”. Y agregó que “este libro es una provocación para la acción y el compromiso. Necesitamos gobiernos que se hagan cargo de los problemas y no que les echen la culpa y la responsabilidad a otros”.
Fuente: Página 12
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