Bienvenidos al sitio de la revista de la cooperativa El Álamo.

La Universidad de Buenos Aires sale al encuentro de la sociedad civil y se pone al servicio de los que más necesitan de profesionales de calidad dotados de una importante sensibilidad social. De aquí que se establezca esta relación con cooperativas y ONGs dedicadas a abordar el problema de la basura en un sector de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La revista “CONEXIONES.UNAMOSEPARANDO” , se hace cargo de la cuestión de la BASURA desde diferentes aristas: lo social, lo político, lo económico, lo medioambiental, etc.
Ponemos sobre relieve la basura como problema complejo, ya que además supone subjetividades que deberían ser re-pensadas y en ese sentido, re- significadas, como por ejemplo el cartoneo.
Somos articuladores de los saberes y sentidos presentes en la sociedad; y también facilitadores del diálogo público en la esfera pública, debido a que como comunicadores sociales tenemos un rol ético, social y práctico fundamental como colaboradores en construir ciudadanía.

RECICLADO

Las cooperativas reciben plástico, vidrio, cartón, papeles, latas de metal y tetra bricks. Es importante que estén limpios y secos para recuperarlos.

EL ÁLAMO

El Álamo es una de las distintas cooperativas que trabajan en la recuperación de residuos dentro de Capital Federal. Su área es la comuna 12.

CONTENEDORES

Uno de los contenedores que pueden verse por la Ciudad. Son útiles para desechar todo tipo de basura pero nadie los quiere enfrente de su casa.

DEUDA

Según la OMS, una ciudad debe contar con 10 m2 de espacios verdes por habitante para ser un buen entorno. Buenos Aires está en deuda: llega a 6 m2.

SEPARACIÓN EN ORIGEN

Una de las claves para gestionar adecuadamente los residuos es la separación en origen. De lo contrario pierden valor y exigen un mayor esfuerzo.

CONTAMINACIÓN

El riesgo que implica la invasión de los desechos en la vida diaria de las personas.

DESECHOS

Las cuencas de los ríos reciben desechos directa e indirectamente, y afecta a las poblaciones más vulnerables, que suelen establecerse alrededor.

América Latina, un continente tapado de basura

CABA no es el único lugar con problemas con su basura. El 9 de diciembre del año pasado, el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, fue destituido de su cargo debido a la mala implementación de un plan para solucionar la problemática de la basura en la ciudad. “La mayoría sólo se preocupa porque la crisis de la basura no estalle durante su mandato. Lejos de implementar políticas que hagan posible un tratamiento sustentable de los residuos, sólo buscan algún nuevo rincón para enterrar los excedentes una vez que se agota la capacidad de los rellenos sanitarios”.


América Latina, un continente tapado de basura

Por la improvisación de los gobernantes, las ciudades no saben qué hacer con los residuos que generan. La destitución del alcalde de Bogotá, un caso testigo.


Crédito: elespectador.com

La Procuraduría General de Colombia destituyó el pasado 9 de diciembre a Gustavo Petro, alcalde de Bogotá, capital y ciudad más poblada del país.
¿La causa? Haber impulsado un polémico plan para que el Estado se hiciera cargo de la recolección, transporte y disposición final de los residuos sin tener la infraestructura y la capacidad necesarias. Como consecuencia de un gran número de irregularidades, gran parte de Bogotá terminó 2012 completamente cubierta de basura.
Más allá del trasfondo político que pueda haber tenido, la decisión de destituir a Petro es una señal de alerta para los gobernantes de la región. Presos del corto plazo, la mayoría sólo se preocupa porque la crisis de la basura no estalle durante su mandato. Lejos de implementar políticas que hagan posible un tratamiento sustentable de los residuos, sólo buscan algún nuevo rincón para enterrar los excedentes una vez que se agota la capacidad de los rellenos sanitarios.

Bogotá, un caso testigo
"En Colombia no se hace clasificación de residuos en la fuente. Esto ha traído graves consecuencias, porque hacer la separación y el aprovechamiento de lo que puede ser reciclado después requiere más gestión y dinero. En Bogotá, se producen entre 7.500 y 8.000 toneladas de residuos sólidos al día", explica Gabriela Arrieta Loyo, especialista en gestión de residuos sólidos urbanos de la Universidad Central de Bogotá, en diálogo conInfobae.
Esta situación está lejos de ser excepcional en la región. El crecimiento de la población en las grandes ciudades, que en las últimas décadas vino acompañado de un aumento sostenido del consumo, provocó un incremento exponencial de la cantidad de basura producida.
Pero como ese proceso de expansión no fue compensado por mayores inversiones en infraestructura y planificación para resolver qué hacer con la basura, los depósitos de las principales ciudades latinoamericanas están al borde del colapso, sin que se vislumbre una alternativa.
"Hay un problema grave que es que los residuos de Bogotá son en su mayoría llevados al Relleno Sanitario Doña Juana, que comenzó a funcionar en los 80 como botadero a cielo abierto, sin ninguna condición de seguridad ni control. Para poner un freno a las explosiones por acumulación de gases y a la contaminación de las napas subterráneas, a fines de los 90 se lo quiso convertir en un relleno sanitario", dice Arrieta.
Doña Juana, que al haber sido construido sobre un basural nunca llegó a cumplir con todas las normas de cuidado ambiental necesarias, está hoy a dos años de terminar su vida útil. La solución que se encontró fue construir en 2011 otro relleno sanitario más pequeño, con una vida útil de 15 años.
Pero hallar otro sitio para enterrar la basura sólo sirve para el corto plazo, porque el crecimiento de las metrópolis hace que tarde o temprano ya no quede lugar. Mientras no se logre reducir la generación de residuos y la cantidad que se destina a disposición final en vez de reciclarse, se trata de una bomba de tiempo.

Una realidad común en América Latina
"La mitad de los residuos de América Latina y el Caribe se dispone en rellenos sanitarios. El resto se reparte principalmente entre basurales a cielo abierto,  donde es frecuente la quema de residuos, y vertederos controlados, categoría intermedia", dice Mirko Moskat, coordinador del área residuos de la organización Taller Ecologista, en diálogo con Infobae.
El especialista de la ONG con sede en Rosario, en la Argentina, cuenta que el reciclaje es muy bajo en todas las ciudades. Lo poco que se recicla se debe al trabajo informal de personas que viven de eso.
"De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo, en la región no se recicla más del 2% del total de residuos. Algunos países que superan esa cifra tienen experiencias interesantes. Por ejemplo, en Chile se está tratando de hacer una gestión integral de los residuos, a partir del reciclaje y la reutilización", explica a Infobae Estefani Rondón, consultora de Cepal en gestión de residuos.
A pesar de que más del 70% de la basura es recuperable, ya sea para su reciclaje o para su conversión en abono y energía, las políticas gubernamentales son, en el mejor de los casos, débiles e inconsistentes.
"El caso de México DF es interesante. Hace 25 años desarrolló un esquema de manejo de residuos que reemplazó a los viejos basurales. Se modernizó la recolección y se establecieron tres grandes plantas de separación y un sitio de disposición final", diceAlfonso Chávez Vasavilbaso, ingeniero Civil por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), especialista en tratamiento de residuos, en diálogo con Infobae.
El problema es que no se avanzó en paralelo en planes para hacer sustentable la generación de basura. Entonces, cuando se agotó ese modelo, la ciudad tuvo que salir a buscar nuevas soluciones de manera desesperada.

Reciclaje y aprovechamiento de la basura
"La disposición final tiene que ser el último paso. Las soluciones tienen que apuntar a los otros puntos del proceso. Lo primero es fortalecer la cultura y la educación de la población en cuanto a la generación de residuos, que en Bogotá es de un kilo diario por persona, y que depende de los hábitos de consumo", explica Arrieta.
Al mismo tiempo, los expertos coinciden en que es necesario que aprendan a separar los deshechos reciclables de los no reciclables. "Deberíamos exigirlo con impuestos o con premios", dice Arrieta.
En tercer lugar es fundamental avanzar en el reciclaje. No sólo se puede reutilizar el papel y el plástico, también los residuos orgánicos se pueden transformar en abono. Además, la parte de la basura que necesariamente termina en los rellenos sanitarios emite gases que también pueden ser utilizados.
"En cuarto lugar -continúa la especialista colombiana-, hay que crear más centros de acopio de residuos reciclados y capacitar a los operarios. También es necesario impulsar la creación de microempresas que se dediquen al reciclaje".
"Si se fortalecieran estos puntos se podría reducir un 40% o un 50% la cantidad de residuos. Entonces la búsqueda de nuevos destinos para la disposición final sería menor. Y hay que dejar de ver a estos sitios como basureros y desarrollar sistemas tecnológicos que reduzcan al máximo el impacto ambiental", agrega.
Las principales ciudades europeas, expuestas a los mismos problemas con la basura, han avanzo mucho en las últimas décadas para desarrollar modelos sustentables. Un ejemplo de esto son las leyes que obligan a las empresas a asumir responsabilidades por los residuos de sus productos, algo que en la región sólo está legislado en la Argentina, Chile, Perú y Brasil, pero que no siempre se aplica.
En muchos países europeos impera una lógica de "quien contamina, paga". "En América Latina no más del 25% tributa una tasa para la gestión de residuos, mientras que en los países desarrollados paga o es subsidiado casi un 100%", dice el ingeniero Marcel Szanto Narea, profesor de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y miembro del Consejo Nacional de Medio Ambiente de Chile.
Además, existe una cultura del reciclaje y de separación de residuos desde los hogares, y cuentan con una infraestructura mucho más desarrollada.
"Las grandes plantas de separación que hay en Europa cuentan con unidades donde los residuos llegan casi sin participación humana. Allí se los separa, se produce compost y se genera energía eléctrica. Lo que no se puede aprovechar va a rellenos sanitarios. Esto implica inversiones muy importantes", explica Chávez.
Narea cuenta que el caso extremo de aprovechamiento de la basura se da en Suecia, que compra residuos a Noruega como base para sustentar procesos térmicos.
Si bien es indudable que en muchos casos se trata de ciudades con presupuestos más importantes, las grandes capitales latinoamericanas también cuentan con recursos. El gran problema es que semejantes inversiones necesitan políticas de largo aliento, que el gobierno que las inicie no pueda usufructuar.
"Necesitamos tener una visión de más largo plazo para tener mayor tecnología, y eso necesita que la curva de aprendizaje de los funcionarios no se rompa cada 3 años, con el cambio de gobierno", concluye Chávez.

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Una visita al interior de la nueva planta de tratamiento de basura

En esta nota, Rodrigo Herrera Vegas, comunicador y ambientalista, cuenta su recorrido por el Complejo Ambiental Norte III del Ceamse en José León Suárez.


Una visita al interior de la nueva planta de tratamiento de basura

Por Rodrigo Herrera Vegas  |  LA NACION
Cómo funciona y qué tecnología se aplica en el complejo bonaerense para reducir la cantidad de residuos destinados al relleno sanitario





Recientemente, pudimos conocer de la inauguración formal que el gobierno de la ciudad de Buenos Aires realizó respecto de su planta de tratamiento de residuos, ubicada en el Complejo Ambiental Norte III del Ceamse en José León Suárez . Como ambientalista y comunicador, tuve oportunidad de conocer en detalle la planta y me pareció interesante compartirles las características de este proceso para que saquen sus propias conclusiones sobre el aporte que esta nueva adquisición puede tener en materia de residuos para la ciudad.
En principio hay que explicar de qué se trata cuando hablamos de una planta MBT. Las siglas MBT provienen de la denominación en inglés Mechanical Biological Treatment, es decir -traducido al español-, tratamiento mecánico biológico. ¿En qué consiste? Es un sistema de separación de los residuos a través de distintas etapas, cintas transportadoras y maquinarias para su posterior proceso de tratamiento.
De este modo, la nueva planta se presenta como una alternativa de tratamiento, reducción y separación de residuos secos y húmedos.

EL FUNCIONAMIENTO

Podríamos distinguir tres grandes etapas dentro del proceso.
  • 1. Ingreso
Al ingresar al predio, se pesan los camiones para determinar la cantidad de material recolectado. Luego depositan la basura a través de unas compuertas directamente conectadas con el depósito. Al interior de la planta, una grúa manejada manualmente por un operario recolecta el material a fin de depositarlo en una tolva conectada a la línea de montaje. Las bolsas se rompen a través de un roturador. Se trata de una suerte de rodillo con cuchillas que deshace las bolsas permitiendo que salga la basura. Finalmente, a través de una cinta transportadora, la basura proveniente del roturador se traslada al tromel para su separación.
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  • 2. Separación
El tromel es un aparato giratorio que separa la basura en dos partes. Por un lado, el material orgánico de menor tamaño. Por otro, el material más grande para reciclaje. Cada parte tiene cintas transportadoras diferentes. Se trata entonces de una primera gran clasificación en residuos orgánicos y residuos reciclables.
  • 3. Tratamiento y destino final
Esta tercera etapa implica considerar dos líneas de trabajo diferentes: la de los residuos orgánicos y la de los residuos reciclables.
a) Residuos orgánicos.
La cinta transportadora correspondiente conduce los residuos orgánicos a una parte semiexterior a la planta a fin de que sean trasladados a las camas de tratamiento. ¿Qué ocurre en estas "camas"? Los residuos orgánicos se fermentan para su posterior bioestabilización. Ello es posible porque las camas tienen líneas de aire en el suelo en las que, luego de cubrirlo, se produce un proceso de descomposición aeróbica. El producto final obtenido se utilizará para la primera cobertura del relleno.
b) Residuos reciclables.
La otra cinta transportadora en la que por primera vez se habían dividido los materiales conduce los residuos susceptibles de reciclar al área de separación. En él, los empleados clasifican la basura en diferentes categorías, como bolsas, botellas PET, envases de plástico, telas, y cartón. Estos materiales son arrojados hacia abajo en espacios separados. Y aquí tenemos una nueva separación.
Por un lado, los materiales clasificados en el área superior son arrojados a compartimentos que se abren por categoría para su posterior compresión. Una máquina específica compacta los materiales y los ata con alambre para conformar fardos. Estos fardos quedan preparados para ser vendidos a empresas recicladoras locales y extranjeras.
Por otro lado, el restante de basura que no fue clasificado pasa por una cinta magnética que captura los materiales que contengan metales. El excedente que ya atravesó estos procesos clasificatorios se destina al relleno sanitario.
Todo este proceso se repite en tres líneas idénticas de trabajo, cada una de las cuales se estima procesa más de 300 toneladas por día. En este sentido, garantiza 140 puestos de trabajo, entre separadores y técnicos, quienes operan en tres turnos horarios diferentes.

OBJETIVOS Y EXPECTATIVAS

Como es de público conocimiento, la inauguración de esta planta se ubica dentro de las políticas del gobierno porteño por constituir a Buenos Aires como una ciudad lo más sustentable y eficiente posible en el manejo de sus recursos y residuos. Desde esta perspectiva es un paso más en pos de la reducción de la basura dado que el relleno sanitario no tendría que ser el destino sino que debiéramos encontrar las alternativas para hacernos cargo de los residuos que generamos.
Según el gobierno, se estima que la planta tratará 1000 toneladas de residuos por día, de las cuales el 60% se recuperará. De este porcentaje, un 40% correspondería a residuos orgánicos y el 20% restante a material susceptible de reciclarse.
Sé que muchos podrán manifestarse críticos de que aún se trata de una pequeña parte de la gran cantidad de residuos que se generan en el territorio porteño. No voy a decir que no es cierto. Considero que es un primer paso de varios que quedan por hacer, pero que permite ir posicionándonos con una mirada diferente sobre los residuos. La mejora en la temática de basura requiere de un importante cambio cultural y social que empieza en la concientización, la educación y la difusión de estos primeros pasos que necesitan también de nuestra acción: separar los residuos en origen.

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Infobae también se hace eco

Infobae escribe sobre la nueva disposición del gobierno de la ciudad acerca de la separación en origen, ¿será posible que para septiembre estén los nuevos contenedores por toda la ciudad?

Antes de fin de año, todos los hogares de la Ciudad tendrán que separar los residuos

Se estima que hacia septiembre los nuevos contenedores verdes, para los desechos reciclables, estarán instalados en todos los barrios porteños
La ciudad de Buenos Aires debe reducir el 78% de las 6000 toneladas que enterraba en territorio bonaerense para fines de este año. Actualmente, se depositan en ese vertedero 4400 toneladas, pero hay que reducir esa cifra en otras 3000, por lo que las autoridades capitalinas estimaron que a fin de año todos los hogares deberán estar familiarizados con el proceso de separación de residuos.
De acuerdo al nuevo esquema, en las casas habrá que colocar dos recipientes: una bolsa negra para los residuos orgánicos y una verde para los reciclables. Las negras se las llevará el camión recolector mientras que las otras, las cuales deberán ser tiradas en los contenedores verdes que ya se están instalando, serán retiradas por cooperativas de cartoneros.
Se estima que hacia septiembre los nuevos contenedores estarán en toda la Ciudad, según consigna el diario La Nación. Es que a mediados de febrero se firmará el contrato de recolección de residuos para la próxima década, que incluye la instalación de esos recipientes y el recorrido de camiones para los siete días de la semana.
De acuerdo a la información oficial, se está terminando de contenerizar los barrios de Palermo, Belgrano y Núñez. "De las 1779 cuadras que implica el plan, quedan por contenerizar 210 por problemas con el equipamiento", admitieron desde la administración porteña al matutino.
Paralelamente, ya funciona el sistema de cooperativas de cartoneros que recogen el material reciclable. Sin embargo, para que ambos funcionen conjuntamente habrá que esperar hasta fin de año.

El reciclaje académico

Aplauso para UBA agronomía, que va un paso adelante en la carrera de la concientización. El programa "UBA verde" se pone a la vanguardia de la cuestión y te invitamos a darnos tu opinión sobre su extensión a otras casas de estudio. Que una institución tan grande mejore y permita que quienes la transitan lleven ese hábito a sus hogares, ¿no sería un gran avance?

El reciclaje académico

La UBA genera casi 160 mil kilos de basura por semana y el 40 por ciento podría reciclarse. El programa se pone en marcha en coordinación con cooperativas de separadores de residuos.
La Universidad de Buenos Aires comenzó a implementar el programa UBA Verde, una iniciativa que promueve la separación en origen de los residuos sólidos que generan todas sus dependencias, facultades, escuelas, hospitales y demás sedes, 55 edificios en total. El programa se complementa con el trabajo de las cooperativas de recuperadores urbanos nucleadas en el Movimiento de Separadores de Residuos. Alejandra Reich, coordinadora de la comisión UBA Verde, destacó en diálogo con Página/12, “la contribución significativa con la reducción de la cantidad de residuos que llegan a los rellenos sanitarios diariamente, y con la inclusión social de miles de trabajadores que se dedican a la recuperación y venta de los materiales separados”. Actualmente un 30 por ciento de los edificios de la UBA ya implementan este sistema y se prevé que más de la mitad del 70 por ciento restante incorporará esta tarea en el corto plazo. La UBA, según los últimos censos, alberga entre docentes, no docentes y estudiantes a una población de 360 mil personas. Un informe realizado por la Comisión UBA Verde en octubre de 2012, en el que se relevó la totalidad de las dependencias universitarias, destaca que en ella se generan aproximadamente 941 contenedores de residuos por semana, lo que representa aproximadamente 159.970 kilos de desechos semanales, de los que se estima que el 40 por ciento podría recuperarse para su reciclado. Reich señaló la importancia de que una institución “tan grande, donde transita casi el 10 por ciento de la población de la Ciudad, tenga un sistema tal de residuos”.
Luego de la evaluación realizada por la Comisión UBA Verde, la universidad resolvió ponerlo en marcha en noviembre pasado. El sistema de separación de residuos dentro de un gran generador, como es la UBA, no es nada fácil y requiere de permanente supervisión. Su principal característica es la separación entre restos secos y orgánicos. El trabajo de separación posterior, que discrimina el papel, el cartón, el metal, el plástico, el vidrio, se lleva adelante en los centros verdes de clasificación de las cooperativas. En principio, el programa está destinado a los trabajadores de las dependencias de la UBA, “si bien los estudiantes en muchas unidades participan, al encontrarse en tránsito a veces no discriminan y contaminan los desechos reciclables”, dijo Reich.
Dos casos exitosos sirvieron como antecedentes para el nuevo programa. La Facultad de Agronomía, pionera en materia de reciclaje dentro de la UBA, desarrolla hace ya siete años Fauba Verde. Todos los residuos reciclables se los entrega a la Cooperativa El Alamo. Reich cuenta que se inició “como una acción individual que fue contagiándose a toda la comunidad de Agronomía”. La facultad tiene cuatro contenedores para rellenos sanitarios que van a recuperadores urbanos semanalmente, y prepara nuevos proyectos como la elaboración de compost y biodisel. La otra experiencia es la que se lleva a cabo en la Facultad de Ciencias Exactas. “El proyecto surge con una toma de conciencia colectiva de que la separación de residuos es necesaria. Había inquietud en esos temas y había una madurez para realizarlo”, afirmó Leonardo Zayat, secretario de Extensión.
El primer logro de UBA Verde fue poner cuatro contenedores en la Facultad de Arquitectura, donde se desechaba alrededor de 60 contenedores por día de residuos reciclables mezclados. También comenzó a implementarse en los tres edificios del Rectorado. Según la coordinadora, “cada facultad tiene su particularidad, por eso es importante hacer un diagnóstico de cada recinto antes de poner los contenedores”. Antes de hacerlo, se capacita al personal, con participación del equipo de UBA Verde y de los trabajadores de las cooperativas de recuperadores urbanos, quienes serán los que luego recolectarán los residuos reciclables. Para Zayat, el uso público requiere compromiso: “Todas las personas que estén interesadas en este tema y a quienes les parezca bien la iniciativa pueden colaborar. Más allá de la difusión institucional, es fundamental el boca a boca”. La apuesta de la UBA es poder propagar este sistema en todas sus dependencias y, en segunda instancia, comprometer a los estudiantes y al resto de la sociedad.
Informe: Laura Guarinoni.

Instalan 400 campanas verdes para basura reciclable en Recoleta

El Gobierno de Buenos Aires ha comenzado a depositar las nuevas campanas verdes en zona norte. Belgrano, Palermo, Nuñez y Recoleta ya están implementando el plan. La pregunta es ¿por qué no comenzó, como estaba estipulado, hacia el sur, donde vive mucha más gente, por ende mayor cantidad de basura? Más allá de esta discriminación hacia el sur de la ciudad, no es el único problema con el que se están enfrentando. La UCRA (Unión de Consorcistas de la República Argentina) no están de acuerdo con este proyecto.

Instalan 400 campanas verdes para basura reciclable en Recoleta

Son aptas para recibir papeles, cartones y vidrios; mejoran el sistema para que no puedan ser vandalizadas
Los contenedores verdes llegaron a Recoleta. Aunque en un momento se especuló con que el sistema de separación de basura que lleva adelante la Ciudad avanzaría para la zona sur,finalmente lo hizo hacia el Norte.
Se trata de la tercera comuna en contar con las denominadas campanas verdes, para que los vecinos y los encargados de edificios puedan dejar allí sus residuos reciclables.
Se colocarán 400 recipientes verdes en las calles del barrio en las que se podrán tirar papeles, cartones, plásticos o vidrios, que luego serán recolectados por las cooperativas de cartoneros para su posterior clasificación y venta a empresas recicladoras. Según indicaron en el Ministerio de Ambiente y Espacio Público, a fines de abril habrán completado la acción en la comuna.
El sistema que s e implementará es el mismo que se usa en Palermo: los vecinos pueden dejar los residuos para reciclar en la campana verde o bien los encargados entregar el material a la cooperativa MTE Amanecer de los cartoneros.
El sistema avanza con algunos problemas ya que muchas de ellas aparecen vandalizadas. Fue por eso que, según el gobierno, se realizaron cambios en los contenedores de reciclables. Ahora la tapa tiene una cerradura cuya llave sólo tienen los cartoneros asignados a la zona y se incrementaron las campañas de concientización.
Por el momento, en el barrio tienen gran expectativa con el nuevo sistema: "Me parece que la campaña es buena. A nosotros nos facilita el trabajo porque ya no habrá más gente revolviendo la basura", dijo Francisco Bidoglio, encargado de un edificio de la calle Peña.
"Es cierto que habrá menos espacio para estacionar autos en un barrio que tiene bastantes problemas, pero bueno, en otros países nosotros obedecemos las órdenes. Creo que esto será para mejor", agregó.
En un edificio de Callao y Posadas, los consorcistas se quejaron. Según denuncian, el olor nauseabundo que emana de los contenedores es insoportable.
En el gobierno recordaron que la basura sólo se puede depositar de 20 a 21, ya que la acumulación durante muchas horas es lo que genera esos olores desagradables.
"El sistema está creciendo y mejorando. Cada vez se recupera más material reciclable y cada vez hay más vecinos comprometidos con el proyecto, lo que permite tener nuevos aliados", dijo Agustín Casal, director general de Reciclado.
Natalia Persini, comunera del Pro, contó que con los vecinos de Recoleta se trabaja hace un tiempo en la cuestión de separación de residuos. "La llegada de las campanas fue muy bienvenida. Incluso para los vecinos que se quejan porque habrá menos lugar para estacionar se les explicó que muchas serán instaladas en las veredas, si es que el ancho lo permite."
Quienes no están contentos son los miembros de la Unión de Consorcistas de la República Argentina (UCRA). "Por resolución de la Subsecretaría de Relaciones de Trabajo y del Ministerio de Ambiente hay que pagarle un plus al encargado de 183 pesos por separación de residuos. La separación la hace cada vecino en su casa. El encargado sólo tiene que depositarla en el contenedor correspondiente. Ya pagamos por retiro de residuos, clasificación de residuos y ahora se suma esta resolución. Creemos que es un abuso", dijo Alicia Giménez, titular de la entidad.
El gobierno porteño planea instalar otras 1000 campanas: en Belgrano, Núñez y Colegiales, unas 700 y, en Caballito, 300. Así quedarían cubiertas la comuna 13 y 6 y, hacia fin de año, se completaría la ciudad con unas 15.000 campanas verdes.

UN SISTEMA QUE COMENZÓ CON FALLAS

  • Palermo.La comuna 14 fue la primera en adoptar el sistema de separación de residuos. Según el gobierno, es buena la experiencia en los edificios donde se recogen los residuos puerta a puerta
  • Contenedores verdes. Las campanas que deben ser revisadas por las cooperativas de cartoneros de cada zona sufren constantes actos vandálicos. Se cambió el sistema de cierre
  • Barrios. Ya tienen contenedores verdes Núñez, Colegiales y Caballito

Reclamo por basura cero

El 20 de diciembre de 2013, las ONG exigieron al gobierno de la ciudad el cumplimiento de las metas de reducción de residuos sólidos urbanos. Con las nuevas campanas, ¿se habrán calmado las aguas? Danos tu opinión sobre la actitud del gobierno de Macri.

Reclamo por basura cero


Diez organizaciones no gubernamentales exigieron al gobierno porteño que incremente sus esfuerzos para lograr el cumplimiento de las metas de reducción de residuos sólidos urbanos, generados anualmente en la ciudad. A través de un comunicado, Greenpeace informó que el reclamo se realizó en el marco de la comisión de seguimiento de la ley 1854 de Basura Cero, donde las ONG presentaron un informe crítico sobre la gestión de los dos últimos años. El informe de las organizaciones resalta el reclamo por la separación de residuos en origen y la recolección diferenciada, la creación de un circuito de recolección de residuos orgánicos y la asistencia a las cooperativas y los Centros Verdes.

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Córdoba: fabricarán ladrillos con plástico reciclado

En la localidad de Bell Ville, Córdoba, la separación ya es una costumbre más y han podido desarrollar, gracias a la conciencia de sus habitantes, un programa para realizar ladrillos a base del plástico reciclado.

Córdoba: fabricarán ladrillos con plástico reciclado

El secretario de Obras Públicas de Bell Ville, Rodolfo Acosta, anunció un programa según el cual se trituran botellas de plástico y se mezclan con otros descartes de ese material para la fabricación de ladrillos para la construcción.


Una casa hecha con ladrillos de plástico, toda una innovación
Una casa hecha con ladrillos de plástico, toda una innovación

En la localidad cordobesa de Bell Ville, ya es una costumbre para el municipio reciclar la basura, y ahora se aboca a un segundo paso en esa línea sustentable: fabricar bloques de plástico para reutilizar el desecho en el rubro de la construcción.
El proceso de reciclado se inicia con el trabajo de selección de la basura en los hogares de los habitantes; gracias a esta colaboración ciudadana, la municipalidad puede luego separar y reciclar el material de descarte. “La basura es clasificada en materia orgánica y en material reciclable“, expuso Rodolfo Acosta, secretario de Obras Públicas de la ciudad.


“La basura orgánica se encapsula y se entierra en un predio”, explicó el mandatario, quien luego agregó que el resto de la basura, la reciclable, es clasificada y separada “según sea vidrio, madera, cartón”. En base a esa separación se encara el tratamiento para cada tipo de desecho.
“Básicamente, con respecto a los materiales que son pasibles de ser reciclados, algunos se comercializan; y en el caso de las botellas plásticas las estamos enviando a un centro donde con una maquina las trituran“. Así se inicia la fabricación de los ladrillos, y en todo el proceso se garantiza que toda basura vuelva a ser usada y no contamine.
“Esa harina plástica se mezcla con elementos áridos para conformar un ladrillo con las características de un ladrillo común”, concluyó Acosta, explicando el funcionamiento de una comunidad comprometida con hacer un mundo mejor, todo un ejemplo.

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Hoteles y shoppings deberán pagar por enterrar su basura

El Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ha implementado un nuevo plan donde grandes edificios, centros educativos, shoppings, super e hiper mercados y hoteles deberán separar los residuos y pagar por que sean enterrados.


Hoteles y shoppings deberán pagar por enterrar su basura

Por Laura Rocha  |  LA NACION
Desde junio, deberán separar sus residuos y contratar un servicio que transporte los no reciclables al relleno de la Ceamse en José León Suárez; también deben hacerlo los supermercados.



A partir de junio, los shoppings, súper e hipermercados, hoteles de 4 y 5 estrellas, bancos, industrias, cadenas de comidas rápidas y edificios de más de 40 unidades que generen más de una tonelada diaria de basura en la ciudad estarán obligados a separar sus residuos y a pagar para que sean enterrados en los rellenos sanitarios de la Coordinación Ecológica Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse).
Así lo establecen un decreto reglamentario y una resolución del Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño a los que tuvo acceso LA NACION. Por el incumplimiento de estas obligaciones se impondrán multas de hasta 30.000 pesos y hasta clausuras de establecimientos.
La ley hace hincapié en la separación de residuos de los denominados "grandes generadores" o "generadores" espaciales, que deberán contar con recipientes para tirar basura reciclable y no reciclable, al tiempo que tendrán que acordar con las cooperativas de cartoneros que trabajan en cada zona para que recojan el material separado.
Para el tratamiento de los residuos húmedos deberán contratar a una de las 15 empresas que hoy están habilitadas y que serán las encargadas de recoger los desechos y llevarlos a la Ceamse. Enterrar cada tonelada de basura cuesta hoy 432 pesos.
Estas normas terminan de delinear el programa integral de separación de residuos en el distrito, establecido por la ley 1854, conocida como de "basura cero", y en su complementaria, la 4859, que establece la obligación de los grandes generadores.
Aunque la obligación de separar los residuos para los grandes generadores era obligatoria desde 2006, la logística del material era asumida por el Estado en la mayoría de los casos. Y había al respecto varios aspectos sin reglamentar.
"El objetivo de esta ley es lograr la separación de residuos y nos da una herramienta para poder controlar a aquellos grandes generadores que hoy no lo estén haciendo", dijo Edgardo Cenzón, ministro de Ambiente de la ciudad.
En la ciudad de Buenos Aires se generan unas 5000 toneladas diarias de basura. Sin embargo, con la puesta en marcha del plan de separación de residuos ese número disminuye drásticamente. Por caso, hoy se están derivando a la Ceamse 3410 toneladas por día.
"La normativa obliga a separar y a traer un certificado de cómo se separó. Este decreto contribuye a nuestra relación con la provincia de Buenos Aires y al cumplimiento de la ley de basura cero. Tenerlo tanto en la provincia como en la ciudad es definitivamente un buen avance", agregó el funcionario.
En la provincia de Buenos Aires rige una ley de similares características. La medida en ese distrito empezó a regir a principios de este año.
Aunque no tendrán que pagar por su cuenta por la basura que generen, también será obligatoria la separación de residuos para los centros educativos privados en todos sus niveles, las universidades de gestión pública y los edificios públicos de la ciudad.
Para cumplir con esta normativa, deberán proveer, dentro de cada establecimiento, la cantidad necesaria de recipientes para habilitar y garantizar la correcta disposición de cada fracción de residuos de forma diferenciada, según corresponda. "Dichos recipientes deberán estar claramente señalizados a fin de garantizar la calidad del material y evitar la mezcla de residuos", indica la resolución.
La ciudad de Buenos Aires tiene un ambicioso plan de clasificación y separación de residuos que debería funcionar desde 2005. Sin embargo, y ante el incumplimiento, el año pasado se impuso un plazo de un año y medio para disminuir drásticamente la basura que entierra.

COMPROMISO

Ese compromiso fue asumido ante la provincia de Buenos Aires, que es socia de la Ciudad en la administración de la Ceamse, y se estableció que para fines de este año se reduciría en un 78% la cantidad de desechos que lleva a los vertederos que están en la planta de relleno sanitario de José León Suárez.
El conflicto ambiental que plantea la basura para el área metropolitana de Buenos Aires es que ya no hay más espacio en el relleno Norte III, que hoy se usa como destino final de la basura. Ante la negativa de otras jurisdicciones para instalar un nuevo vertedero, el apremio por la reducción de la cantidad de tonelaje que se dispone trocó en urgente.
Aunque la Ciudad no podrá llegar a concretar la reducción comprometida, fuentes oficiales reconocen por lo bajo que podría habilitarse un nuevo módulo del mismo relleno, ya cerrado, lo que extendería la vida útil de ese espacio por al menos cinco años.
Mientras tanto, la Ciudad debe llamar a licitación para la construcción de plantas de tratamiento de basura, una en el sur de la ciudad y otra en el Norte, en Núñez. Esas plantas sólo se encargarían de los residuos húmedos y el producto final podría ser compost, o ser utilizado como biomasa.

A QUIÉNES INVOLUCRA

  • Hoteles de cuatro y cinco estrellas.
  • Edificios de más de 40 unidades que generen más de una tonelada diaria de basura.
  • Bancos, supermercados y shoppings. Además, comercios e industrias que generan más de 500 kilos de basura diaria.
  • Locales que posean una concurrencia de más de 300 personas por evento.

    Fuente

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