El Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ha implementado un nuevo plan donde grandes edificios, centros educativos, shoppings, super e hiper mercados y hoteles deberán separar los residuos y pagar por que sean enterrados.
Hoteles y shoppings deberán pagar por enterrar su basura
Por Laura Rocha | LA NACION
Desde junio, deberán separar sus residuos y contratar un servicio que transporte los no reciclables al relleno de la Ceamse en José León Suárez; también deben hacerlo los supermercados.
A partir de junio, los shoppings, súper e hipermercados, hoteles de 4 y 5 estrellas, bancos, industrias, cadenas de comidas rápidas y edificios de más de 40 unidades que generen más de una tonelada diaria de basura en la ciudad estarán obligados a separar sus residuos y a pagar para que sean enterrados en los rellenos sanitarios de la Coordinación Ecológica Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse).
Así lo establecen un decreto reglamentario y una resolución del Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño a los que tuvo acceso LA NACION. Por el incumplimiento de estas obligaciones se impondrán multas de hasta 30.000 pesos y hasta clausuras de establecimientos.
La ley hace hincapié en la separación de residuos de los denominados "grandes generadores" o "generadores" espaciales, que deberán contar con recipientes para tirar basura reciclable y no reciclable, al tiempo que tendrán que acordar con las cooperativas de cartoneros que trabajan en cada zona para que recojan el material separado.
Para el tratamiento de los residuos húmedos deberán contratar a una de las 15 empresas que hoy están habilitadas y que serán las encargadas de recoger los desechos y llevarlos a la Ceamse. Enterrar cada tonelada de basura cuesta hoy 432 pesos.
Estas normas terminan de delinear el programa integral de separación de residuos en el distrito, establecido por la ley 1854, conocida como de "basura cero", y en su complementaria, la 4859, que establece la obligación de los grandes generadores.
Aunque la obligación de separar los residuos para los grandes generadores era obligatoria desde 2006, la logística del material era asumida por el Estado en la mayoría de los casos. Y había al respecto varios aspectos sin reglamentar.
"El objetivo de esta ley es lograr la separación de residuos y nos da una herramienta para poder controlar a aquellos grandes generadores que hoy no lo estén haciendo", dijo Edgardo Cenzón, ministro de Ambiente de la ciudad.
En la ciudad de Buenos Aires se generan unas 5000 toneladas diarias de basura. Sin embargo, con la puesta en marcha del plan de separación de residuos ese número disminuye drásticamente. Por caso, hoy se están derivando a la Ceamse 3410 toneladas por día.
"La normativa obliga a separar y a traer un certificado de cómo se separó. Este decreto contribuye a nuestra relación con la provincia de Buenos Aires y al cumplimiento de la ley de basura cero. Tenerlo tanto en la provincia como en la ciudad es definitivamente un buen avance", agregó el funcionario.
En la provincia de Buenos Aires rige una ley de similares características. La medida en ese distrito empezó a regir a principios de este año.
Aunque no tendrán que pagar por su cuenta por la basura que generen, también será obligatoria la separación de residuos para los centros educativos privados en todos sus niveles, las universidades de gestión pública y los edificios públicos de la ciudad.
Para cumplir con esta normativa, deberán proveer, dentro de cada establecimiento, la cantidad necesaria de recipientes para habilitar y garantizar la correcta disposición de cada fracción de residuos de forma diferenciada, según corresponda. "Dichos recipientes deberán estar claramente señalizados a fin de garantizar la calidad del material y evitar la mezcla de residuos", indica la resolución.
La ciudad de Buenos Aires tiene un ambicioso plan de clasificación y separación de residuos que debería funcionar desde 2005. Sin embargo, y ante el incumplimiento, el año pasado se impuso un plazo de un año y medio para disminuir drásticamente la basura que entierra.
COMPROMISO
Ese compromiso fue asumido ante la provincia de Buenos Aires, que es socia de la Ciudad en la administración de la Ceamse, y se estableció que para fines de este año se reduciría en un 78% la cantidad de desechos que lleva a los vertederos que están en la planta de relleno sanitario de José León Suárez.
El conflicto ambiental que plantea la basura para el área metropolitana de Buenos Aires es que ya no hay más espacio en el relleno Norte III, que hoy se usa como destino final de la basura. Ante la negativa de otras jurisdicciones para instalar un nuevo vertedero, el apremio por la reducción de la cantidad de tonelaje que se dispone trocó en urgente.
Aunque la Ciudad no podrá llegar a concretar la reducción comprometida, fuentes oficiales reconocen por lo bajo que podría habilitarse un nuevo módulo del mismo relleno, ya cerrado, lo que extendería la vida útil de ese espacio por al menos cinco años.
Mientras tanto, la Ciudad debe llamar a licitación para la construcción de plantas de tratamiento de basura, una en el sur de la ciudad y otra en el Norte, en Núñez. Esas plantas sólo se encargarían de los residuos húmedos y el producto final podría ser compost, o ser utilizado como biomasa.
A QUIÉNES INVOLUCRA
- Hoteles de cuatro y cinco estrellas.
- Edificios de más de 40 unidades que generen más de una tonelada diaria de basura.
- Bancos, supermercados y shoppings. Además, comercios e industrias que generan más de 500 kilos de basura diaria.
- Locales que posean una concurrencia de más de 300 personas por evento.
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