Bienvenidos al sitio de la revista de la cooperativa El Álamo.

La Universidad de Buenos Aires sale al encuentro de la sociedad civil y se pone al servicio de los que más necesitan de profesionales de calidad dotados de una importante sensibilidad social. De aquí que se establezca esta relación con cooperativas y ONGs dedicadas a abordar el problema de la basura en un sector de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La revista “CONEXIONES.UNAMOSEPARANDO” , se hace cargo de la cuestión de la BASURA desde diferentes aristas: lo social, lo político, lo económico, lo medioambiental, etc.
Ponemos sobre relieve la basura como problema complejo, ya que además supone subjetividades que deberían ser re-pensadas y en ese sentido, re- significadas, como por ejemplo el cartoneo.
Somos articuladores de los saberes y sentidos presentes en la sociedad; y también facilitadores del diálogo público en la esfera pública, debido a que como comunicadores sociales tenemos un rol ético, social y práctico fundamental como colaboradores en construir ciudadanía.

RECICLADO

Las cooperativas reciben plástico, vidrio, cartón, papeles, latas de metal y tetra bricks. Es importante que estén limpios y secos para recuperarlos.

EL ÁLAMO

El Álamo es una de las distintas cooperativas que trabajan en la recuperación de residuos dentro de Capital Federal. Su área es la comuna 12.

CONTENEDORES

Uno de los contenedores que pueden verse por la Ciudad. Son útiles para desechar todo tipo de basura pero nadie los quiere enfrente de su casa.

DEUDA

Según la OMS, una ciudad debe contar con 10 m2 de espacios verdes por habitante para ser un buen entorno. Buenos Aires está en deuda: llega a 6 m2.

SEPARACIÓN EN ORIGEN

Una de las claves para gestionar adecuadamente los residuos es la separación en origen. De lo contrario pierden valor y exigen un mayor esfuerzo.

CONTAMINACIÓN

El riesgo que implica la invasión de los desechos en la vida diaria de las personas.

DESECHOS

Las cuencas de los ríos reciben desechos directa e indirectamente, y afecta a las poblaciones más vulnerables, que suelen establecerse alrededor.

Vehículos Verdes


El continuo deterioro del medio ambiente impulsa a las automotrices a investigar y desarrollar energías alternativas para impulsar a sus vehículos.

Por Agustín Ferro.

El mercado de los autos eléctricos aún es reducido. Sólo medio millón de unidades vendidas hasta 2014 demuestra que estos vehículos aún no logran una aceptación masiva entre los usuarios particulares. Pero sus avances técnicos nutren y promueven el desarrollo de los vehículos híbridos (motores eléctricos y de combustión combinados), que tienen mayor inserción en el público. Con modelos súper exitosos como el Toyota Prius, sus ventas globales superan las 10 millones de unidades.

                               Imagen: Alan Trotter

Los motores eléctricos no consumen combustible y no emiten gases. Requieren un mínimo mantenimiento y suprimen el uso de filtros, lubricantes, refrigerantes y demás fluidos y elementos contaminantes. Además, este tipo propulsión cuenta con sistemas de recuperación de energía que actúan cuando se suelta el acelerador, utilizando la inercia y la fuerza residual de frenado para recargar las baterías.

En el caso de la propulsión híbrida, uno de los sistemas más difundidos, hace que la fuerza del motor de combustión se use, no para mover el auto, sino para cargar las baterías del motor eléctrico que finalmente impulsará al vehículo. 

En Latinoamérica, ni los híbridos ni los eléctricos tuvieron el éxito esperado. Su costo elevado para el promedio de las unidades que se venden en la región y la falta de una infraestructura de estaciones de recarga (la autonomía de estos vehículos es sensiblemente menor que la de los autos de combustión) atentan contra el uso extendido de este tipo de motores.

                                Imagen: Rudisillart

Sin embargo, existen proyectos como el de la Organización uruguaya Autolibre, quienes ofrecen un kit de conversión para reciclar vehículos convencionales y transformarlos en híbridos o eléctricos. Según esta asociación, el usuario promedio de automotores de combustión no recorre más 80 Km. por día. Con su equipo eléctrico más completo, se logran 200 Km. de autonomía y 140 Km. por hora de velocidad máxima. Estos sistemas de conversión cuestan entre 2000 y 7000 dólares. La carga completa se realiza en la red doméstica en 6 horas y puede usarse un cargador especial que reduce este tiempo a la  mitad. También ofrecen sistemas para recarga en base a energía solar.

Al mismo tiempo, en esta región son cada vez más los usuarios de motos eléctricas. En Argentina, la marca más conocida es de origen chino y se estableció en 2009. Aumenta sus ventas cada año y ofrece vehículos con una autonomía que va de los 50 a los 80 Km., los que pueden enchufarse en la red hogareña y lograr una carga total en 6 a 8 horas (con una recarga rápida del 80 % en 4 hs.). Luego, otras marcas (nacionales y extranjeras) comenzaron a ofrecer vehículos eléctricos, con lo que se amplió la variedad de precios y modelos. Existen en el mercado motos, ciclomotores, cuadriciclos, carros para discapacitados y mini autos, entre otras opciones.

                                Imagen: Selena NBH

Por otro lado, pequeños vehículos se usan en estadios, parques, canchas de golf, supermercados, fábricas y exposiciones en todo el planeta. Y no hay que olvidar que la mayoría de los trenes y subterráneos del mundo funcionan con energía eléctrica. También comienza a utilizarse la propulsión híbrida y eléctrica en maquinaria agrícola y transporte marítimo.


En una próxima entrega le contaremos cómo estos sistemas de propulsión se usan en automovilismo deportivo; y las iniciativas institucionales y corporativas que incorporan este tipo de vehículos a sus flotas.

Basura acumulada, salud perjudicada

Con la llegada de las temperaturas cálidas, aumentan los riesgos que genera la acumulación de residuos para la salud.

Por Agustín Ferro y Fernando Paz.

La basura es un problema en todo el mundo. Su recolección y disposición final genera múltiples conflictos y requiere de abundantes recursos económicos y naturales. Estos problemas se hacen más notorios en las ciudades, donde los desechos se depositan en las calles y contienen elementos más peligrosos y tóxicos que los residuos únicamente orgánicos. Además, la alta densidad de empresas, comercios y habitantes genera grandes cantidades de despojos. Se calcula que una familia tipo genera, en la Ciudad de Buenos Aires, entre cuatro y cinco kilos de basura por día.



Por otro lado, los factores laborales, logísticos, climáticos y políticos, entre otros, hacen que su recolección sea muchas veces deficiente, lo que genera la acumulación de los desechos en grandes montañas. Estos cúmulos se convierten en focos infecciosos que afectan al medio ambiente y son peligrosos para la salud del hombre y los animales. Con la llegada de las estaciones cálidas, estos riesgos aumentan.

El amontonamiento de basura genera un líquido llamado lixiviado. Este “jugo de basura”, además de contener sustancias tóxicas inorgánicas, favorece la proliferación de virus, bacterias y hongos, y se escurre hacia los desagües o se filtra a las napas subterráneas contaminando las fuentes de agua potable. El contacto con este fluido y la basura acumulada es sumamente nocivo y puede generar distintas enfermedades. Los más vulnerables son los niños, las mujeres embarazadas y los ancianos. 

Entre las afecciones más comunes podemos mencionar:
- Gastrointestinales: producidas en general por la contaminación de alimentos y bebidas que fueron manipulados sin la higiene adecuada. También, por vía aérea, pueden ingerirse o depositarse sobre los alimentos microorganismos peligrosos.
- Micóticas: producen irritaciones en la piel y en ocasiones pueden dañar el pelo y las uñas. Son causadas por hongos que se generan en la basura que se acumula durante un tiempo en un espacio abierto.
- Respiratorias: se producen como consecuencia de la inhalación de aire contaminado por distintos virus, bacterias y sustancias tóxicas. Pueden perjudicar a los pulmones, generar asma y bronquitis, y es muy común que irriten los ojos y las fosas nasales.

Para evitar los riesgos para la salud hay que ser cuidadosos con la higiene. Si no puede evitarse el contacto con la basura (no sólo la que eventualmente se acumula en la vía pública, también hay que ser cuidadosos con los residuos en el hogar y los comercios), se deben usar guantes para manipular desechos, tachos, volquetes y contenedores; también es importante desinfectar las áreas de depósito de basura -incluyendo pisos y recipientes, tanto en el hogar como en la calle-, y lavarse muy bien las manos luego de tratar con los residuos.


También conviene separar los residuos entre secos (papel y cartón, plástico, vidrio, envases, baterías, etc.) y húmedos (restos de comida, desechos de animales, sustancias orgánicas, etc.) ya que esto genera una basura más “limpia” dado que disminuye el lixiviado y colabora con los recuperadores y la disposición final en los rellenos sanitarios.

David King: “El cambio climático obliga a rediseñar las ciudades del futuro”.

Las ciudades deberán diseñarse con más claridad, teniendo en cuenta los cambios ambientales y además impulsando condiciones para que las personas ejerciten su conciencia ambiental.

Por Daniela Sofía Jofré

David King, Representante Especial para el Cambio Climático del Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido, desarrolló una serie de conferencias en las cuales explicó que el cambio climático está obligando a rediseñar las ciudades del futuro.

Se llama cambio climático a la modificación del clima con respecto al historial climático a una escala global o regional. Estos cambios se producen sobre todos en los parámetros meteorológicos: temperatura, presión atmosférica, precipitaciones, nubosidad, etc. El cambio climático, además, es uno de los problemas ambientales más graves al que nos enfrentamos, porque amenaza a los ecosistemas mundiales, comprometiendo el desarrollo sostenible y el bienestar de la humanidad.

King advirtió que para el año 2050, el 70% de la población mundial vivirá en las ciudades y ante escenarios de cambio climático severos, las alcaldías se verán obligadas a rediseñar estos espacios urbanos para que se adapten a las nuevas condiciones ambientales. Por otro lado, agregó: “Se nos presenta una oportunidad para innovar, si lo logramos, el futuro de las ciudades será sostenible, bajo en carbono y enfocado al bienestar del ciudadano”.



Según lo indicado por el mapa “Dinámicas Humanas del Cambio Climático”, elaborado por el Centro Hadley de la Oficina Meteorológica del Reino Unido, se prevé un incremento en la temperatura promedio de 4 °C en Centroamérica y en días calurosos de verano podría llegar hasta los 6 °C en Asia, Europa y Norteamérica. El panorama expuesto podría provocar, si continúan los actuales patrones de consumo de la población, un impacto directo en los ecosistemas, el cual tendría como resultado una deficiencia en la disponibilidad de los recursos naturales para solventar las necesidades de los habitantes de las distintas zonas del planeta.

El mapa muestra ilustraciones haciendo hincapié en las regiones que se encuentran conectadas a nivel comercial y cómo el cambio climático puede afectar la economía a nivel mundial, repercutiendo con bajos rendimientos de cultivos, sequias e inundaciones. También se muestra cómo muchas regiones del mundo con escasez de agua podrían enfrentarse a un aumento en la frecuencia y duración de las sequías. Esta situación repercutiría en una mayor demanda de agua para la agricultura y para el consumo de la población creciente.

Los estudios científicos muestran que el planeta se tendrá que enfrentar a desastres humanos y naturales irreversibles si sus habitantes no se comprometen a buscar soluciones y ponerlas en práctica lo antes posible. El bienestar del hombre debe, además, disociarse del simple consumo para así poder sobrevivir y adaptarse a un planeta en condiciones de cambio climático constante.

El cambio climático en números:

-          Durante los tres últimos decenios, las emisiones de gases de efecto invernadero aumentaron a una media de 1,6% anual. El mayor incremento se registró en los sectores de energía y transporte.
-          La concentración atmosférica de CO2 aumento más de un 30% desde los tiempos anteriores a la Revolución Industrial.
-          La temperatura media mundial aumentó en 0,6°C a lo largo del siglo XX
-          En la última década del siglo XX, los desastres naturales relacionados con las condiciones meteorológicas produjeron 600.000 muertes en todo el mundo, el 95% de ellas en países en vías de desarrollo.
-          La escasez de agua afecta actualmente a un 40% de la población mundial.
-          De los 50 glaciares que Argentina y Chile comparten a lo largo de la cordillera, 48 están retrocediendo.

Fuentes: Organización Mundial de la Salud, Organización de las Naciones Unidas, Organización Meteorológica Mundial.

Galería

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