El continuo deterioro del medio ambiente
impulsa a las automotrices a investigar y desarrollar energías alternativas
para impulsar a sus vehículos.
Por Agustín
Ferro.
El mercado
de los autos eléctricos aún es reducido. Sólo medio millón de unidades vendidas
hasta 2014 demuestra que estos vehículos aún no logran una aceptación masiva
entre los usuarios particulares. Pero sus avances técnicos nutren y promueven
el desarrollo de los vehículos híbridos (motores eléctricos y de combustión combinados),
que tienen mayor inserción en el público. Con modelos súper exitosos como el
Toyota Prius, sus ventas globales superan las 10 millones de unidades.
Imagen: Alan Trotter
Los motores
eléctricos no consumen combustible y no emiten gases. Requieren un mínimo
mantenimiento y suprimen el uso de filtros, lubricantes, refrigerantes y demás
fluidos y elementos contaminantes. Además, este tipo propulsión cuenta con
sistemas de recuperación de energía que actúan cuando se suelta el acelerador,
utilizando la inercia y la fuerza residual de frenado para recargar las
baterías.
En el caso
de la propulsión híbrida, uno de los sistemas más difundidos, hace que la
fuerza del motor de combustión se use, no para mover el auto, sino para cargar
las baterías del motor eléctrico que finalmente impulsará al vehículo.
En
Latinoamérica, ni los híbridos ni los eléctricos tuvieron el éxito esperado. Su
costo elevado para el promedio de las unidades que se venden en la región y la
falta de una infraestructura de estaciones de recarga (la autonomía de estos
vehículos es sensiblemente menor que la de los autos de combustión) atentan
contra el uso extendido de este tipo de motores.
Imagen: Rudisillart
Sin embargo,
existen proyectos como el de la Organización uruguaya Autolibre, quienes
ofrecen un kit de conversión para reciclar vehículos convencionales y
transformarlos en híbridos o eléctricos. Según esta asociación, el usuario
promedio de automotores de combustión no recorre más 80 Km. por día. Con su
equipo eléctrico más completo, se logran 200 Km. de autonomía y 140 Km. por
hora de velocidad máxima. Estos sistemas de conversión cuestan entre 2000 y
7000 dólares. La carga completa se realiza en la red doméstica en 6 horas y
puede usarse un cargador especial que reduce este tiempo a la mitad. También ofrecen sistemas para recarga
en base a energía solar.
Al mismo
tiempo, en esta región son cada vez más los usuarios de motos eléctricas. En
Argentina, la marca más conocida es de origen chino y se estableció en 2009.
Aumenta sus ventas cada año y ofrece vehículos con una autonomía que va de los
50 a los 80 Km., los que pueden enchufarse en la red hogareña y lograr una
carga total en 6 a 8 horas (con una recarga rápida del 80 % en 4 hs.). Luego,
otras marcas (nacionales y extranjeras) comenzaron a ofrecer vehículos eléctricos,
con lo que se amplió la variedad de precios y modelos. Existen en el mercado
motos, ciclomotores, cuadriciclos, carros para discapacitados y mini autos,
entre otras opciones.
Imagen: Selena NBH
Por otro
lado, pequeños vehículos se usan en estadios, parques, canchas de golf,
supermercados, fábricas y exposiciones en todo el planeta. Y no hay que olvidar
que la mayoría de los trenes y subterráneos del mundo funcionan con energía
eléctrica. También comienza a utilizarse la propulsión híbrida y eléctrica en
maquinaria agrícola y transporte marítimo.
En una
próxima entrega le contaremos cómo estos sistemas de propulsión se usan en
automovilismo deportivo; y las iniciativas institucionales y corporativas que
incorporan este tipo de vehículos a sus flotas.
Hay hoy en Argentina alguno de estos vehículos a la venta?
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