Por Santiago Acevedo
Alrededor de dos
décadas atrás ha surgido una nueva expresión
que a diario se oye a viva voz en foros internacionales, senados de diferentes
países, discursos políticos, universidades, agendas empresariales, colegios,
ONG´S, inclusive en las conversaciones cotidianas de una familia, y por
supuesto, entre los defensores del medio ambiente. Sin embargo, pocos son los
que realmente conocen y le dan la verdadera importancia que ésta se merece. Si
aún no la ha identificado o es la primera vez que lee sobre el tema, se dará
cuenta que el hablar de “Basura Cero” es entrar en un mundo que involucra a todos y
donde cada ser viviente se verá beneficiado.
“Basura Cero” surge
a partir de un ideal positivista de tener un planeta con un reciclaje total;
países como Australia, Nueva Zelanda y Dinamarca son pioneros en adoptar este
nuevo concepto y verlo desde un punto de
vista político, otorgándole alta importancia e implementando políticas que
apoyen la iniciativa.
La mirada actual
del reciclaje deja de lado los pasos trillados y de cajón que encerraban la
basura en un ciclo básico donde se creía que los únicos responsables del tema
eran los “recicladores” encargados de extraer de la basura (cartón, latas
y plástico.) “Basura Cero” va más allá y
hace partícipe del reciclaje a todos, introduciendo variantes como lo son
el “reciclaje en la fuente”, la “fabricación
de productos con la opción de ser reciclables”, “aprovechar los recursos que a
diario se desechan”… En síntesis, que los residuos no lleguen a un relleno,
permitiendo su circulación constante dentro del proceso de transformación en
nuevos elementos. En cuanto a los residuos orgánicos, estos serán procesados en
plantas de compostaje o biogás. De igual forma, ver la labor del reciclador o
mal llamado “cartonero” como un oficio
más que merece respeto y admiración ya que no cualquiera tiene las agallas de
levantarse cada mañana a limpiar la suciedad que el resto del planeta produce a
diario.
Ciudades como Bogotá,
Temuco, Santa Cruz y Buenos Aires han decretado leyes de Basura Cero. En otros
países de Latinoamérica, como Ecuador, Perú, Venezuela, Paraguay, Uruguay y Brasil sus iniciativas se
encuentran marcadas dentro de un proyecto similar. En relación a lo anterior,
se hace foco en Argentina, donde el pasado 24 de noviembre del 2005 se sancionó
la Ley No. 1854 “De Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos” para la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires. El proyecto de
ley fue presentado y liderado por Greenpeace Argentina en agosto del 2004 basándose
en la necesidad de hacer un giro de 180° en el modelo de recolección de basuras
en Buenos Aires.
La ley No. 1854
menciona en su artículo 2 el concepto Basura Cero: “Se entiende como concepto de "Basura Cero", en el
marco de esta norma, el principio de reducción progresiva de la disposición
final de los residuos sólidos urbanos, con plazos y metas concretas, por medio
de la adopción de un conjunto de medidas orientadas a la reducción en la
generación de residuos, la separación selectiva, la recuperación y el reciclaje”.
Este nuevo
mandato legislativo pretende promover “la
reducción de la generación de la basura, la utilización de productos más
duraderos o reutilizables, al mismo tiempo que la separación y el reciclaje de
productos susceptibles de serlo, así mismo, que el compostaje y/o biodigestión
de residuos orgánicos” entre otras, como
lo menciona con detalle la ley en su artículo 8.
Entre tanto, la CEAMSE (empresa creada por los gobiernos de la
provincia de Buenos Aires y la ciudad de Buenos Aires para realizar la gestión
integral de los Residuos sólidos urbanos del área metropolitana), muestra las estadísticas de residuos que
deben ser llevados a un relleno sanitario desde el año 2009 hasta marzo del
2014 y las cifras, en principio, no son muy
alentadoras: se pasó de 1.847.407,3 en el 2009 a 2.131.078,4 toneladas en el
2012. Sin embargo, para 2013 las cifras fueron más favorables registrando un
total de 1.520.263,3 toneladas. Los números persisten en mostrar un balance
positivo detallando una importante reducción en marzo del 2014 en relación al
mismo mes del 2013 pasando de 130.365,4 a 109.108,2 toneladas respectivamente.
Esto permite ver claramente que con la unión de todos los órganos competentes y
la colaboración de cada individuo se puede lograr con éxito el proyecto hecho
ley llamado “Basura Cero”.
Siguiendo el
ejemplo de la Capital Federal, Bahía
Blanca y Rosario están trabajando en su propio proyecto de “Basura Cero”. Desde
la revista Conexiones, apoyados por la Universidad de Buenos Aires, se estará
atento a sus avances y acompañando su progreso.
Fuentes:
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